La tal DANA

Leo que desde ayer “se espera la llegada de una DANA al golfo de Cádiz, que cruzará la península desde allí y en dirección noreste dejado a su paso un reguero de chubascos y fuertes tormentas…”. Y que por culpa de esa del DANA, que debe de ser una bruja de tremendo poder, nuestras Ferias y Fiestas pueden haberse acabado antes de tiempo y cuando faltaba lo mejor, empezando por las ferias. ¡Mecagüen la brujería, el mal fario y todos los elementos! ¿Pero qué es eso que llaman DANA, qué pinta un golfo de Cádiz en la trama y cómo es que todo acaba en chubascos, tormentas y demás fenómenos atmosféricos? ¿No parece cosa de una de esas series fantásticas que tanto se lleva ahora, sobre todo en las teles de pago?

Bueno, pues en realidad, no. Solo pasa que vivimos en el siglo de las siglas y que en vez de llamar las cosas por su nombre ahora las llamamos por sus siglas. O sea, como si yo, a partir de ya, dejara de llamarme como siempre y pasara a decir que me llamo BLLC.

—Hola, Beeleelecé. ¿Cómo estás?

—Hola, JotaGeGé. Muy bien, ¿y tú?

Y seguiría mi charla con José Gomez García, preguntándonos por nuestras respectivas siglas familiares y conocidas.

Pues lo de la DANA, tras preguntarle a mi buscador de internet, resulta que no es bruja alguna o similar, sino solo las siglas de “Depresión Aislada en Niveles Altos”, que los meteorólogos sabrán qué quiere decir. Hasta hace nada, de hecho, le daban otro nombre, también rarito: gota fría. ¿Habrá gotas calientes que caen desde el cielo? El caso es que todos esos inventos solo tratan de nombrar los tormentones de toda la vida, y sobre todo los que se dan en verano. ¿Y por qué ponerles siglas que no dicen nada al común, ni siquiera cuando se pone la denominación completa? Es lo que se entiende por argot técnico, el lenguaje específico de los expertos, en este caso de meteorología, quienes no solo tratan de poner un nombre, sino también de explicar en la denominación el “alma” o causa del fenómeno a describir. Lo cual entiendo y respeto. Pero no consigo entender que los periodistas no ”traduzcamos” ese argot al lenguaje común. Las DANA que pronostica la AEMET no son sino fuertes tormentas que anuncian y estudian los expertos de la Agencia Española de Meteorología.

Y eso es lo que pasa y lo que parece que va a aguarnos las fiestas en sus últimos y mejores días. No es buena época ni para el lenguaje ni para el tiempo climático. Pero ya saben lo que se dice: a mal tiempo, buena cara. Bailaremos bajo la lluvia y hasta con lobos, si es menester. Feliz San Pedro, y no olviden los paraguas ante de salir.

(La Opinión-El Correo de Zamora, 28/VI/2024)



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